Aquí va la entrevista. Gracias Ana. Gracias Marta. Gracias Santi.
"Los emprendedores entendemos la vida así"
TEXTO: Ana Fuentes
ILUSTRACIÓN: Santy/FOTO: Marta Brea.
Bluguia acaba de ganar un premio (convocado por Orange, Fundación Banesto e IE Business School) a la pyme de mayor potencial este año, en un certamen en el que Google fue considerada la mejor empresa. Su director, el vigués Pablo Conde Barreras, cree que emprender es una forma de entender la vida y reclama más atención al talento.
Pablo Conde Barreras fundó hace dos años con su socia Pilar López Carreira la empresa Bluguia, que ha creado una guía turística en GPS. Cuando nacieron como empresa se instalaron en el vivero de empresas de la Cámara de Comercio de Vigo, pero ahora, un poco antes de cumplir el plazo máximo, vuelan solos con sus proyectos.
—Bluguia demuestra que hay oportunidades en la crisis.
—Sí pero es un esfuerzo brutal porque en el camino no encontramos apoyo de alguna gente que dijo que nos iba a apoyar, así que el esfuerzo es mucho mayor del que creo deberíamos hacer los emprendedores.
Porque las micropymes somos el 70% del empleo de España y en un momento en que la creación de empleo es complicada estas empresas deberíamos estar más apoyadas por las administraciones y las instituciones. Nosotros en concreto tenemos ya tres proyectos de franquicia contratados, que saldrán en Semana Santa, con la guía GPS, dos en el País Vasco y uno en Francia. Además estamos haciendo el proyecto del Camino
de Santiago para que el año que viene el peregrino pueda descargarse en su móvil o comprar el dispositivo o alquilarlo y recorrer todo el Camino con la información en una guía. Se podrá descargar de la web y estamos negociando que venga incluido en algún dispositivo con alguna de las grandes operadoras.
—¿No llegan todas esas ayudas?
—Supongo que sí, pero al final los emprendedores tenemos que decidir si ir al mercado o ir a estas ayudas.
No queremos una subvención sino que las administraciones contraten y paguen como es debido.
—Y conseguir una ayuda da más trabajo que crear un proyecto.
—Conseguir una ayuda da mucho trabajo y hay que financiarla y lo que preferiríamos es optar a contratos con administraciones o grandes clientes para los que no tenemos capacidad porque exigen una serie de cosas que sólo son para los grandes.
Así que pides una ayuda para financiar un proyecto porque el cliente no te paga. A veces ese cliente es la propia Administración que te da la ayuda. Casi mejor págame el proyecto.
—Iniciativas como el vivero de empresas ¿son una buena base para empezar?
—Creo que la Cámara de Comercio de Vigo hace una labor excepcional, porque además de que te da un local físico con servicios, lo que consigue es crear un clima de emprendedores y no te sientes solo. Vigo es una ciudad muy emprendedora y es bueno que las instituciones nos tengan en cuenta. Además aquí en el vivero creamos redes de trabajo, porque hay veinte empresas y yo colaboro con cinco. Eso es positivo porque se genera el tejido empresarial de base.
—¿Da vértigo dar el salto fuera tras dos años?
—Ya somos un poco más grandes y ahora ya estás más o menos establecido. Cuando empiezas estás solo y ahora ya tenemos diez personas trabajando y aquí no cabemos.
—En estos dos años ¿se ha notado menos actividad en el vivero a medida que avanzaba la crisis?
—Yo creo que más o menos siempre hubo la misma actividad. Los emprendedores no dejamos de emprender por la situación económica porque lo hacemos por necesidad y porque entendemos la vida así. Yo monté la empresa en enero de 2008, con la que estaba cayendo, y no te planteas si es buen momento.
Si esperas a que la coyuntura económica sea más favorable puede que no lo hagas nunca.
—Pero conseguir financiación es más complicado.
—Si. Ha sido muy complicado, pero hemos trabajado mucho y hemos ganado varios premios que te dan más visibilidad. Ahora tenemos inversores Business Angels, que habría que potenciar desde las instituciones y crear un grupo en Vigo. Pero con esfuerzo se consigue. El otro día en una conferencia alguien decía que en el mundo hay mucho más dinero que ideas y muchas más ideas que gente capaz de llevarlas a cabo, así que al final es mucho más importante encontrar la persona y llevarlo a cabo que luego la financiación. Nadie dijo que el camino fuera fácil.
—Y ahora un premio.
—Presentamos un proyecto a Premio Banespyme Orange en el Foro de Inversores del Instituto de Empresa de Madrid, que es una de las escuelas de negocios más importantes del mundo. Se presentaron trescientos o cuatrocientos, de los que seleccionaron a 20 que nos dieron un curso de formación y de esos a diez para
presentar en el Foro de Inversores.
Presentamos en el Foro de Inversores y además ganamos el premio, porque nos consideraron la pyme de mayor potencial este año y a la mejor empresa consideraron a Google, así que está muy bien.
—¿Cómo es esto del emprendedor. Se nace o se hace?
—No sabría decir. Creo que es una forma de ver la vida, una necesidad el estar creando y haciendo cosas.
Yo soy arquitecto de formación y trabajé muchos años como arquitecto en obras grandes en Vigo, en Galicia y en Madrid. Pero siempre fui creador y me gusta hacer cosas, proyectos,lo que sea. Luego también hay que formarse mucho, trabajar mucho y por ese lado también te haces.
—¿La tradición familiar también es importante?
—En mi familia hay mucha tradición empresarial, todos mis antepasados han sido empresarios, y eso lo vives. Supongo que así es más fácil verlo. La idea del emprendedor es cambiar el mundo.
—¿Cómo nace la idea de la guía?
—Pues viendo a los cruceristas perdidos por Vigo. Vigo tiene la mejor arquitectura burguesa en piedra de España y pasamos sin verla. Hay que enseñar la ciudad y explicarla y se nos ocurrió que una buena idea era un plano de la ciudad, pero los planos del siglo XXI son los GPS. Además a muchas otras ciudades les interesó
el dispositivo. Así que vimos que era un modelo de negocio, dejé la empresa en la que trabajaba y me lancé.
—¿Y el siguiente paso?
—Que Bluguía esté en todas las ciudades del mundo.
El siguiente paso es internacional y de hecho ya tenemos un proyecto en Francia. Es bueno para los usuarios y para las ciudades. Y una apuesta por la tecnología, la innovación y la modernidad.
—Para los emprendedores ¿qué hace falta?
—Una sensibilidad de los grandes actores, agentes sociales, administraciones, de las grandes empresas. Creo que no hay una cercanía al emprendedor. Si montas una empresa parece que lo haces porque nadie te quiere, porque no tienes un buen trabajo y eso es falso. Yo era directivo de una gran empresa, con un buen sueldo, un buen despacho y era un hombre valorado en lo que hacía y lo dejé y mucha gente no lo entiende. Yo quería dirigir mi propia empresa.
Los emprendedores somos importantes para el país. Además si tu proyecto es tecnológico pues se entiende menos. Si haces barcos, coches, edificios o pescas todo el mundo lo entiende. Esos actores sociales o administraciones o bancos lo que te piden es "¿pared?". Te preguntan "¿cuántos metros cuadrados de oficina tienes?"
Pero es que Google no vale lo que valen los metros cuadrados de sus paredes, lo que vale es su red mundial. Los emprendedores jóvenes aportamos talento, conocimiento. Pero no hay sensibilidad de las administraciones respecto al talento.